
Su nombre me perfuma
Pétalos son sus dedos
De voz sensual,
Desgarrada y dulce
Bellos sus ojos
Como el cielo que ilumina
Su mirada penetrante
Luchas y llantos
Lagrimas de sangre
Negras como la noche
Que quema mi ceguera
Dos minutos nada más,
Roce imperceptible
Confesiones íntimas
Precisamente ahora,
Que la vida me sonríe
Sin cadenas y con olvido
Sin reflejos de amargura
Se cuela en mi vida,
Sin llamar
No pide permiso,
Entra
Si pronuncio su nombre,
Peco
Y necesito pecar
La distancia es la barrera
De mi amargura y soledad
Desnudo me encuentro
Bajo un manto de estrellas
La noche me acobija
No quiero despertar
Si despierto, la pierdo
Grito en el silencio
En mis sueños yo la sueño
Con pasión loca,
De besar su boca
De saliva y miel
De acariciar su cuerpo
Hasta mis dedos quemar
Con cadena perpetua
En la carcel de su piel
Mi alma se muere
Si no la tengo
Y me arranca la pasión
Que de ella deseo
Extraño el calor de su cuerpo
En las noches frías
Noches sin vivir
Que vivo sin ella
Y amanece en sus ojos
Al despertar que ilumina
De ese color de cielo
Como todo ella misma
Me regala una sonrisa
Se despide sin más
Vuelvo a despertar
La realidad me llama,
Tristeza de amor…
La volveré a soñar
Adolfo