Malévola y perversa tú
Me hiciste culpable y reo de ti
Una ceguera maligna y consentida,
De mi se apodero tu cuerpo
Cerraste mis ojos a la vida, a la luz
Para que mis noches fueran tuyas
Querías poseerme, tenerme, disfrutarme
Que fuera el esclavo de tu embrujo
Despertaste mis instintos carnales
Me absorbiste con tu perfume malicioso
Tu savia que emanaba de ese cuerpo
Que como fruta prohibida no pude apartar
Dueña de mis sentidos atrapados
Ama de mis deseos que son nuestros
Me condeno por amarte en silencio
En mi distancia, mis vacíos y soledades
Soy culpable de todos mis deseos
Los que tú me provocas intensamente
Estas en mi lejanía, en mis quimeras
Eres utopía y realidad, eres mi vida
Esa que quiero vivir perpetuamente
Para sentirme siempre contigo…
Culpable
Mare Nostrum 08 – 08 – 2017
Adolfo A. Morales Borrego