Palidece
el esplendor
La
luz viva, brillante de
Un
verano intenso, cálido
Llega
el otoño que amansa
Crea sueños de lo vivido
Imagines
emigrantes
Grito
mi silencio perpetuo
Que
ahoga mi nostalgia
Quiero
vivirte intensamente
Sin
lágrimas que quemen
Sin
alientos gélidos
No
hay olvido en mí
Tú
presencia de ayer
Hoy
es melancolía doliente
Aquellos
que me diste
Besos
eternos y perdurables
Quedaron
grabados en mi otoño
Mare
Nostrum 03 – 12- 2016
Adolfo
A. Morales Borrego
Y el otoño llega cargado de luz
ResponderEliminarcon las palabras de tus versos,
con las caricias de tus dedos,
con la sinfonía de la brisa,
con la magia de tus ojos,
observando el entorno,
sintiendo nostalgia
por el tiempo pasado
y volver a robarle
los besos guardados.
Qué bellísimos versos siempre escribes, y cuando son inspiradores de mis poemas, y nacen en mi blog, me llegan al alma, de verdad que sí, mi querido amigo Adolfo, porque veo que tienes una sensibilidad a flor de piel, y puedes decir tanto... tanto... que tienes escondido sin que te des cuenta seguirás fluyendo mucho más, y lo mejor es poder disfrutar de la sensualidad de tus versos.
Un lujo saborear(te) a ti y a tus letras.
Un beso enorme.
Y siempre quedarán grabados en ese otoño que ya será eterno.Saludos
ResponderEliminarPrecioso. Una descripción muy profunda qué te envuelve, te conduce por esos sentimientos tan especiales y nostálgicos, tan humanos y reales. Me encanta. Un abrazo Adolfo.
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