Hirientes
son las palabras
De
aquellos que un día
Me
aplaudieron
Sus
ojos huyen de los míos
Ni
mi sombra me acompaña
Sin
camino en que andar
Sin
rumbo que tomar
Imperceptible
a las miradas
A
las voces de mi garganta
Al
sonido de mis pasos
No
hay vida ni llanto
Olvido
es mi apellido
Mi
nombre es Nada
Nada
de mi mano sale
El
humo no se puede atrapar
De
mi hiciste nada
Para
mi fuiste nada
Mi
amistad quisiste guardar
Sin
saber que la amistad
Se
elige,
No se impone
Para
ti soy nada
Tu….
Para
mí solo eres eso…
Nada
Adolfo
A. Morales Borrego
Mare
Nostrum 14 – 04 – 2016
Unos bellos versos a pesar de que trasmiten cierta tristeza pues el desamor siempre es triste. Me ha gustado mucho.Saludos
ResponderEliminarHoy tus versos son muy tristes, mi querido amigo Adolfo y es que además, esa palabra de "nada" duele al leerla, porque significa tan poco, pero a pesar de todo, tu poema es precioso, siempre tienes mucho que mostrar, sean versos de amor o desamor.
ResponderEliminarNada queda,
nada fluye,
nada tengo,
nada soy,
sin ti,
agonizan mis palabras.
Un beso muy grande.