Tengo
añoranza de mi idolatría
De
mi deseo interminable
De
esos besos que nunca nos dimos
De
esas caricias carentes de sentido
Porque
nunca fueron reales
Añoranza
de tus labios que deseo sentir
De
mis manos cubriendo tu cuerpo
De
mis dedos transitándote
Haciéndote vibrar
Añoranza
de tu mirada seductora
Penetrante
llena de pasión y ardor
Compartir
nuestros pecados
Deseo
hacerte perder el sentido
Para
que en mi ausencia tengas
Ansias
calladas llenas de añoranza
Añoro
lo que no tengo y carezco
Lo
que deseo y necesito
Vehemencia
dentro de mí,
Calma
y tregua a mí alrededor,
Que
no es sosiego ni paz
Añoranza
de tu imagen borrosa
El
tiempo anulo de mi designio
Hicieron
perderte en mi destino
Que
me llevaba hacia tu estela
Añoro
lo que no tuve, ni tengo
Ni
te tendré…
Pero
te añoro…
Mare
Nostrum 18 – 04 – 2017
Adolfo
A. Morales Borrego
Muy triates esas añoranzas.Saludos
ResponderEliminarQué intensos y bellos tus versos, mi querido amigo Adolfo, con tanto deseo, y tanta pasión aún a pesar de ser nostálgicos, llevan esa carga erótica que tú sabes transmitir tan bien, me han encantado.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte, mil gracias, por seguir estando por este mundo mágico de letras.
Y como no puede ser de otra manera, te dejo, de manera improvisada, como hago siempre, lo que tus versos me inspiren.
Besos enormes, Poeta.
Añoranza de tus sonrisas,
las que mecen mis labios,
las que acunan mis latidos,
las que abrasan mis sentidos.
Añoranza de tus verbos
que saben a primavera,
a jardín de flores,
a sonata de versos.
Añoranza de tu mirada,
la que penetra mi alma,
la que me lanza al fuego,
la que me tienta al infierno.