Te fuiste de mis manos
Como arena del desierto,
El siroco te llevó entre sus brazos,
A formar dunas de amor
Sultana mía, lloro tu ausencia
Tus ojos no alumbraran mis noches,
Tu aliento no me dará calor,
Mi cuerpo sabe a distancia
Sultana mía, sultana mía,
Mis lágrimas de sal
Queman mi piel curtida,
Por nuestro sol ardiente
En el cielo
nocturno,
Busco tu rostro
Entre las estrellas que brillan,
El llanto me nubla la vista,
Y no te encuentro, Sultana mía....
Adolfo
Un bello poema al desamor.......los ojos de la imagen son bellísimos.Saludos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMelancolía en éste poema, en el que el llanto de tus ojos no te deja ver para escribir porque no encuentras su cercanía, ni su rostro, ni su aliento, ni su cuerpo, ella se fue de tu lado, y en tu corazón sigue habitando ella.
ResponderEliminarEs tan bonito todo lo que escribes, amigo Adolfo.
Felicitaciones por tu sentida manera de transmitir.
Un beso.